EL
POLLO MEJOR SIN LAVAR
Infección por Campylobacter
Campylobacter (en concreto el género Jejuni) junto con Salmonella es la causa más frecuente de diarreas de origen bacteriano. La infección causada por esta bacteria se llama campilobacteriosis, que es una inflamación del intestino (enteritis) que cursa con dolor abdominal, diarrea, fiebre y vómitos severos.
Su periodo de incubación dura entre 1 y 10 días, mientras que la duración de un episodio de campilobacteriosis suele ser de una semana.
Procedencia de las bacterias
Las
bacterias presentes en las canales de pollo son fruto de la
contaminación que tiene lugar en el matadero durante la operación
de eviscerado,
lo que facilita que las bacterias presentes en el intestino lleguen a
la carne de pollo.
Según un análisis de la Agencia de Normas sobre Alimentos del Reino Unido, el 44% de la población lava el pollo antes de cocinarlo. Este hábito puede hacer proliferar la bacteria campilobacter, responsable de intoxicaciones alimentarias que provocan diarrea, dolor abdominal, calambres y fiebre.
¿Sueles
lavar el pollo antes de prepararlo? Este hábito puede hacer
proliferar la bacteria campilobacter, responsable de intoxicaciones
alimentarias.
¿Por
qué no debemos lavar el pollo crudo?
Dicha
bacteria está presente
en el intestino del pollo y,
es la causante de que personas al año sufran intoxicaciones
debido
a que 4 de cada 5 pollos están contaminados por este germen. Siendo
de mayor incidencia en los meses de verano debido a las altas
temperaturas.
Infección por Campylobacter
Campylobacter (en concreto el género Jejuni) junto con Salmonella es la causa más frecuente de diarreas de origen bacteriano. La infección causada por esta bacteria se llama campilobacteriosis, que es una inflamación del intestino (enteritis) que cursa con dolor abdominal, diarrea, fiebre y vómitos severos.
Su periodo de incubación dura entre 1 y 10 días, mientras que la duración de un episodio de campilobacteriosis suele ser de una semana.
Procedencia de las bacterias
Según un análisis de la Agencia de Normas sobre Alimentos del Reino Unido, el 44% de la población lava el pollo antes de cocinarlo. Este hábito puede hacer proliferar la bacteria campilobacter, responsable de intoxicaciones alimentarias que provocan diarrea, dolor abdominal, calambres y fiebre.
Si
la bacteria ingresa al torrente sanguíneo puede causar una infección
peligrosa, aunque es más probable que afecte a personas con un
sistema inmune débil, como niños y adultos mayores. Además de
diarreas y fiebre, puede causar colon irritable, artritis reactiva y
síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que afecta al sistema
nervioso.
Lavar
el pollo con agua no lo limpia de bacterias y lo que hace esparcirlas
por toda la cocina. Se
advierten
de los peligros de lavar el pollo a los
consumidores.
SECUELAS
La
mayoría de las personas sólo están enfermas durante unos pocos
días, pero puede ocasionar problemas de salud a largo plazo.
El
síndrome de intestino irritado y el síndrome de Guillain-Barré,
que ataca el sistema nervioso periférico, pueden surgir como
consecuencia de una infección con esta bacteria.
También
puede ocasionar la muerte. Las personas con más riesgos son niños y
de edad avanzada.
"A
pesar de que las personas tienden a seguir las recomendaciones para
manipular aves de corral, como lavarse las manos después de tocar un
pollo crudo y asegurarse de cocinarlo completamente, nuestra
investigación indica que lavar el pollo crudo es una práctica
extendida", señaló la presidenta de FSA, Catherine Brown.
"Es
por esto que hacemos un llamado para que la gente deje de lavar el
pollo crudo. También queremos crear conciencia de los riesgos de
contraer campylobacter como resultado de una contaminación cruzada".
Normalmente
el tratamiento para una infección con esta bacteria consiste en
tomar abundante agua; comer pequeñas porciones de alimentos durante
el día, en vez de grandes cantidades en el desayuno, almuerzo y
cena; llevar una dieta alta en potasio, así como ingerir comidas
saladas.
No
obstante, cada caso puede variar, por lo que siempre se recomienda
visitar al médico.
La
Agencia de Seguridad Alimentaria británica (FSA) ha lanzado un aviso
a la población para que deje de lavar pollo o carne de ave cruda
antes de su cocción para evitar la propagación de bacterias. En un
vídeo titulado "la verdad acerca de campylobacter".
La FSA
declara la guerra a las bacterias responsables de las infecciones
intestinales, que son usualmente benignas pero que pueden ser
mortales en niños muy pequeños, los ancianos y las personas
inmunodeprimidas, de acuerdo con Organización Mundial de la Salud
(OMS).
Un
total de 280.000 británicos se ven afectados cada año por las
bacterias, que son la causa más común de gastroenteritis. En cuatro
de cada cinco casos estas bacterias provienen de carne cruda de
origen avícola.
Práctica peligrosa
En
este contexto, nuevos datos de la FSA demuestran que el 44% de los
británicos siempre lavan el pollo con agua antes de cocinar. El 36%
de las personas lo hacen para "limpiar", otro tercio lo
hace para "eliminar los gérmenes" y el resto simplemente
"porque siempre lo han hecho".
Pero
esta es una práctica peligrosa, advierte la FSA, ya que "puede
provocar salpicaduras de agua que extiendan las bacterias a las
manos, la ropa, encimera o utensilios de cocina".
"Estamos
lanzando esta campaña porque nuestro estudio mostró que, aunque las
personas tienden a seguir las recomendaciones a la hora de cocinar
las aves de corral de lavarse las manos y asegurarse de una buena
cocción, hay muchos que todavía lavan el pollo crudo con agua",
dice el director de la FSA, Catherine Brown.
Para
alejar el riesgos, la entidad inglesa emitió una serie de consejos
para que la población sepa cómo preparar las aves en forma segura.
El principal objetivo es combatir la contaminación cruzada, que es
la transferencia de bacterias peligrosas de un alimento a otro.
Conócelos.
Guardar
el pollo en bolsas selladas o en un envase limpio y hermético en la
parte inferior del refrigerador, para evitar que gotee sobre otros
alimentos. Es importante mantenerlo lejos de comidas como frutas o
quesos, que no serán sometidos a un proceso de cocción antes de ser
consumidos.
Las
bacterias que pueda contener el pollo se eliminan durante la cocción,
por eso no es necesario lavarlo antes. Hacerlo puede llegar a
provocar salpicaduras: las gotas pueden contener bacterias
campylobacter y contaminar otras superficies de la cocina.
Antes
de tocar el pollo crudo es necesario lavarse bien las manos con agua
y jabón. Lávate nuevamente al terminar de manipularlo o cada vez
que necesites tocar otra cosa durante el proceso de preparación,
como algún utensilio, un condimento o una alacena.
No
es seguro utilizar la misma tabla para cortar el pollo, las frutas y
los vegetales. De ser posible se debe tener dos, una para cada tipo
de tarea. Otra solución es procesar primero las frutas y vegetales
sobre la tabla bien limpia, lavarla y luego disponer el ave. Una vez
terminada esta tarea, lavar nuevamente la tabla con agua caliente y
jabón.
5.
No a la carne rosada
El
pollo se debe consumir bien cocido y esto se comprueba cuando la
carne no tiene una tonalidad rosada en su interior. Después de
pincharlo, el jugo que emana debe ser claro y no rosado o rojizo. De
todos modos el color no es un indicador confiable ya que algunas
piezas cocidas siempre quedan con un leve tinte rosado.
La
mejor manera de asegurarse si el ave está cocida es con un
termómetro de cocina para alimentos. Se checa la temperatura en las
zonas más carnosas del pollo, donde debe haber 165°F (73.9 °C). En
ningún caso se debe utilizar un termómetro medicinal ya que no
tolera las altas temperaturas de la cocción.
Si
no se utiliza un termómetro y se desea cortar para comprobar si está
cocido, no alcanza con hacer un corte en cualquier parte. Lo mejor es
elegir la parte más carnosa de la pata, que es la que lleva más
tiempo de cocción. Si esta zona está cocida, el resto de la pieza
también lo estará.
Si
quieres refrigerar el pollo una vez que está cocido, no lo pongas en
la heladera de inmediato ni mientras esté caliente. Debes dejarlo
enfriar y airear por, al menos, una hora antes de guardarlo en un
recipiente bien cerrado o una bolsa sellada.
Los
restos de pollo que no se consumieron durante la comida se pueden
guardar durante dos o tres días. Pero no te fíes tampoco de este
dato: si se pone en mal estado sin duda despedirá mal olor, que te
indicará que no es seguro para el consumo.
Si
deseas recalentar el pollo y utilizas el microondas, aseguráte de
exponerlo el tiempo suficiente como para que quede caliente en forma
uniforme. El microondas no cocina parejo y algunas zonas pueden
quedar con distinta temperatura. Observa que lleguen a 74 °C y se
mantengan por lo menos 2 minutos a esa temperatura.
10.-
Usos del freezer
Si
deseas congelar el ave, lo mejor es hacerlo inmediatamente después
de haberlo comprado. Y para descongelarlo se recomienda dajarlo en la
heladera o usar el microondas. También, poner una bolsa hermética o
sellada dentro de un recipiente con agua fría. Estos métodos son
más seguros que dejarlo a temperatura ambiente.
La
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierte que tanto
las carnes crudas como las aves y los huevos pueden tener gérmenes
patógenos. Para evitar su diseminación, hay que extremar la higiene
en manos, utensilios y superficies de preparación de los alimentos.
Al
hacer las compras en el supemercado, es aconsejable separar los
productos crudos para que no se contaminen, en especial aislando los
que pueden perder algún tipo de jugo. Así se evitará que caigan
líquidos sobre productos que van a ser consumidos sin cocción
previa.
Referencia:
Hola Doctor
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